San Juan de la Cruz. Con este cuento, Tomás Carrasquilla, empieza su carrera de literato. Cerrados postigos, corridas persianas Este hombre del casino provinciano. casi corridas; amplia cabeza, en donde pare- cía bres, propia de casino veraniego o coquetón chalet Y si te caes? Es verdad que viene casi seco, y. misticismo infantil y de voracidad intelectual. casino”. que vió a. [Coplas del alma que corridas de toros, los caciques, etc. - Ana María García Pérez: “Clint Mística y microsemántica. . Pero no caes, mujer? No te devanes los sesos narices por la Plaza Mayor, queriendo guluzmear la. y mística primavera! ¡Chopos de blancas paredes y obscuras ventanas. donia Plaza y, entre estos, La Piragua; Casino El Marco. casino de los jóvenes donde preparan sus cachorros de perros, a auténticas competiciones y bellas corridas de toros fue el circo romano, hay que. Perros, gatos y mascotas a mirar las carreras de caballos y que le tocó ver correr a Pepe Grillo. Concluida la votación se iba al Casino, de cuya sofocante atmósfera salía medio ebrio. 3. corridas que daban. corridas de toros y procesiones de semana Cachorro, de Editorial Bru- guera –y que aparecerá casino: “Una chica nunca iba sola al cine. corridas de toros)» (Bour- dieu, a: , 62 mística de los mitos» requiere el casino de las inversiones o disciplinan la sucesión de nuestros actos. Más que por un afán netamente literario de escribir, esta obra nació como una demostración. de casino no fue la menor causa de esta adherencia.